jueves, 24 de noviembre de 2016

Arrival (2016)


La nueva película de Denis Villeneuve, al que se le espera en esa segunda parte de Blade Runner "Blade Runner 2049" para el año que viene, ha hecho su primera incursión en el cine de Ciencia Ficción, con un gran resultado. Sicario, su anterior película comentada aquí en su momento, me pareció muy buena en otro género. Los suyos son films de profundidad, y que van más allá en la búsqueda de secretos ocultos y emociones de la condición humana.
La verdad es que el film venía precedido de excelentes críticas, y eso tiene por un lado que la visiones con más detalle, y por otro que cree expectativas demasiado elevadas en un tema como es el del contacto de la humanidad con visitantes extraterrestres, que ya ha sido muy trillado en el mundo del séptimo arte.


¿Cabía la posibilidad de dar otro giro más? de ¿dar otra vuelta de tuerca? Parece por lo visto que si, ya que esta adaptación del libro de Ted Chiang, guionizado por Eric Heisserer, dan una vuelta al concepto usado hasta ahora. Aquí cuando los misteriosos monolitos, hasta 12 en total, llegan a la tierra, a los que se llama cascos, no se organiza de primeras una ofensiva global y se les ataca, sino que se intenta establecer contacto, entender su manera de comunicarse y saber cuales son sus pretensiones. Es por esto que una lingüista y traductora, Louise Banks (Amy Adams) y un físico teórico, Ian Donnelly (Jeremy Renner) serán los protagonistas principales.


Y en este punto, hay que decir que no todo es perfecto, pero a partir de un guión inteligente, la primera parte es la que se hace más espesa. Primero el drama domina, haciendo mucho uso del flashback, pero de una manera que resulta útil para entender el núcleo central de la trama. Ese primer contacto con los extraterrestres, resulta de ritmo muy lento y los pasos son muy pequeños, hasta que el equipo comandado por Louise e Ian, al que controla al milímetro el Coronel Weber (Forest Whitaker) del ejército americano, logran empezar a entender el lenguaje que emiten esos bichos llamados heptópodos.


Luego vendrán los giros argumentales, y ese puzzle espacio-temporal tan clave en todo el film, algo que está muy bien planeado y llevado a cabo, sin necesidad de recurrir a violencia desmesurada ni nada por el estilo. El film, que visualmente es una pasada, tiene muchos matices que se centran en sus protagonistas, sobre todo en ella, Amy Adams que está soberbia, dentro de un relato que es complejo, te hace pensar y puede tener hasta varias interpretaciones, de esas películas que te hacen pensar como digo yo, aunque en algún momento tiene atisbos de pretenciosa, cuando no le hace falta.
Otro tema que trata el film, como decía al principio, es de las relaciones humanas, de nuestra forma de ser, de nuestra idiosincrasia unida a nuestra lengua, y todo ello que engloba la forma en que entendemos el Mundo. Y a pesar de tener un ritmo lento, ni aburre ni decae, sino que va a más.


Pero es en el último tercio del film, donde éste alcanza cotas extraordinarias, y consigue estremecerte con el lado más humano, después de que en las dos primeras, la puesta en escena y el aspecto visual dominaran. Aquí se sale Denis Villeneuve, apoyado en la gran Amy Adams, para componer un cuadro de profundidad y que cautiva de manera espectacular. Es también cuando todo el desenlace del film se nos muestra, y los flashbacks cobran todo su sentido, además de entender que ese personaje de Louise hará una labor impagable por la humanidad. En el fondo hay una historia dramática terrible, pero la manera de que entendamos el proceso es alucinante, prestando atención a las manos, los rostros, etc...
Quizás la banda sonora no me enamoró, pero tampoco chirría, por poner alguna pega.


Os dejo con al tráiler de esta gran película.

2 comentarios:

  1. A mí sí me gustó la banda sonora, aunque muy minimalista.

    Saludos.

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    1. Ricard: Ya digo que no me chirría, pero no me emocionó.

      Saludos.

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