jueves, 18 de junio de 2015

Zulú (1964)

Cartel del film


En 1964 Cy Endfield dirige Zulú, con una eficacia cuestionable, que narra uno de los episodios verídicos que ocurrieron en Sudáfrica, en 1879, durante una de las numerosas guerras coloniales que sostuvo por aquella época el ejército británico. En concreto, aquí se centra en los episodios acaecidos por un pequeño batallón militar que, compuesto por poco más de un centenar de soldados resguardados en un pequeño puesto militar, tuvieron que enfrentarse a 4000 indígenas con ganas de sangre, hablamos de una proporción de 40 a 1. Sus órdenes eran resistir en su puesto, y ellos estaban dispuestos a luchar hasta el final.




En 1879, en la colonia Natal de Sudáfrica, el reverendo Otto Witt (Jack Hawkins) y su hija Margarita (Ulla Jacobson) son testigos de una masiva boda zulú de sus mejores guerreros. Un mensajero interrumpe las celebraciones para informar al jefe Cesthwayo de la victoria en Insandlwana (una dolorosa derrota del ejército británico). Ante las alarmantes noticias y viendo su iglesia en peligro, el reverendo parte con su hija para avisar al destacamento británico que ocupa la misión. Estamos a las puertas del conflicto que se llamó Guerra anglo-zulú, que enfrentó en tierras sudafricanas a los nativos zulúes con los soldados invasores del ejército británico.



Es uno de los primeros films de Michael Caine, que actúa como co-protagonista con Stanley Baker, al que incluso logra robarle algunos planos, teniendo en cuenta que Baker era productor de la película y en ese momento uno de los actores más prestigiosos de Inglaterra.
Aquí Gonville Bromhead (Cane) y John Chard (Baker) son dos oficiales al mando de la compañía y sobre ellos recaen las máximas labores interpretativas, un duelo de actores del que sale ganador el gran Michael Caine. Chard es muy estricto y recto y Gonville es un bon vivant, hijo de familia aristócrata y que tiene su primera incursión en el campo de batalla con el enemigo. Sus discusiones, a veces excesivas, se convierten en parte muy importante del film.




El 22 de enero de aquel año, en la batalla de Isandlwana, el ejército zulú arrolla a los ingleses, y aunque la cifra de muertos no llega al millar, será la gran derrota colonial, la más inesperada y la que quedará en la memoria de todos para siempre. 25.000 zulúes arrasaron a 1000 casacas rojas británicos, pero ese mismo día, otros 4000 zulúes no fueron capaces de vencer a 139 galeses (incluyendo a heridos, agregados y un escocés) que defendían la misión en Roker's Drift, demostrando que Isandlwana iba a ser una excepción.




Con estas claves, parece que el enfrentamiento entre los tenientes alterará el orden de la guarnición, pero todos serán una piña cuando ataquen los zulúes. De todas formas y a través de los secundarios, espléndidos todos ellos, el film consigue un crítico retrato sobre el terror y el miedo a lo desconocido. La muerte y la absurdidad de la guerra, tienen su reflejo en sus rostros descompuestos y como no, en sus diálogos.

Os dejo con el gran film que posee un arranque grandioso, baja el ritmo y entra en barrena, para luego volver a subir en su tramo final.

2 comentarios:

  1. Me encanta esa película. Me gustaría que le echaras un vistazo si quieres a la entrada que le dediqué en mi blog con uno de sus personajes verídicos, el taxista Hich: miquel-zueras.blogspot.com/2011/11/el-taxista-hitch.html
    Saludos!
    Borgo.

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    1. Miquel Zueras: Muy bienvenido a mi espacio de cine, debate y humor.
      Es muy buena, a pesar de esa parte central algo pastosa.
      En cuanto pueda le echo un ojo a tu entrada.

      Saludos.

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