lunes, 29 de septiembre de 2014

Mejores escenas cómicas del cine (XXI)


En 1998 Santiago Segura dirigió su primer largometraje, Torrente, el brazo tonto de la ley, una película que con el paso de los años ha quedado como icono del cine casposo y desde luego un referente en cuanto a la taquilla que hizo, que rompió records, describiendo a un personaje no tan alejado de la realidad del país donde vivimos, como es el de Jose Luis Torrente, un ex-policía facha, machista, racista, alcohólico, corrupto, ladrón y bastante negligente en cualquier función que se propone... ahhh y del Atleti.


Ya que es inminente el estreno de la quinta entrega, os dejo con una mítica escena de esta primera, en la que Torrente asiste en un supermercado al robo con intimidación a punta de recortada de dos ladrones (Jorge Sanz y Gabino Diego) en el momento que el aprovecha para robar y pirarse, para enlazar con su llegada al bar donde es atendido por Cañita Brava, al que adeuda las famosas 6000 pesetas de whiskey.
 
Disfrutad de esta parte de la película.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Cañita Brava desvela la trama de Torrente 5.


 
 
El viernes 3 de octubre, se estrena Torrente 5: Operación Eurovegas, la quinta entrega de la exitosa saga, perpetrada por Santiago Segura. Y Cañita Brava es de los pocos personajes que puede decir que ha participado en todas ellas, junto con el propio director. Pero claro, Cañita es un personaje en si mismo, músico, compositor, actor... y musa de Santiago, tiene una particular manera de explicar, con su propio lenguaje y palabros, la trama de la película. Ciertamente me recuerda mucho a Cándida, la reportera dicharachera de cine de los míticos Gomaespuma.




 
Manolo González Savín, es un gallego que se hizo famoso en el programa El semáforo (1995-1999) que presentaba el desaparecido Jordi Estadella. Su alter ego "Cañita Brava" le tendió un puente con el mundo del cine gracias a Santiago, que a día de hoy sigue utilizando.
Como bien dice en el vídeo Mr.Segura, "quien soy yo para desdecir a Cañita"...
 
Pues eso, disfrutad de este vídeo... cuento los días.
 
 

sábado, 27 de septiembre de 2014

No habrá paz para los malvados (2011)

Cartel del film


 
Mucho se habló en su día de este film de Enrique Urbizu, muy galardonado en los Goya en su momento, y ya que en su día no pude verla, paso a dar mi opinión de mi visionado de anoche.
El comienzo del film es apabullante, con una escena que impacta por su dureza, donde Santos Trinidad (José Coronado) se lía a tiros en un puticlub, dónde había entrado tarde a tomarse la última copa. Borra sus huellas, se lleva el cd de la grabación de la cámara, pero alguien le ve y se escapa, persona a la que estará toda la película persiguiendo. Su labor teórica es buscar a una chica desaparecida, junto a su compañero Rodolfo (Rodolfo Sancho), ya que hace tiempo anda destinado en esa sección de la policía.
Hablamos de una película que estaría temporalmente situada a principios del siglo XXI.
 


Santos Trinidad (José Coronado)


 
Pero Santos Trinidad es un policía que en su día tuvo condecoraciones al mérito, medallas y demás, incluso perteneció a las fuerzas especiales. Una turbulenta estancia en Colombia, muertes de algunos compañeros y su divorcio (cosas que casi se quedan en el tintero sin explicar bien del todo) le llevaron incluso a estar en tratamiento psicológico, y a retirarse de la primera línea. Ahora, vaga por los bares, tomando pelotazos (a las que nunca echa más de un cuarto de coca cola) en cantidades enormes y va realmente a su bola, con poco compañerismo y con un carácter distante y hasta arisco. Coronado, este tipo de policías pasados de rosca y corruptos, los borda, como ya hiciera en La Caja 507, por ejemplo.



Primera escena


Los actores que completan la película están extraordinarios, Rodolfo Sancho, el compañero de Santos Trinidad, al que cubre constantemente sin recibir nada a cambio, Juanjo Artero que hace de Leiva, el policía judicial que está a las órdenes de la jueza Chacón (Helena Miquel) que avanza meticulosamente en la búsqueda del asesino hasta que comienza a sospechar que, lo que parecía un simple caso de ajuste de cuentas entre narcotraficantes colombianos es, aparentemente, algo mucho más importante y peligroso, y como no, Ontiveros (Pedro María Sánchez) que hace de jefe de la policía.



 Rodolfo (Rodolfo Sancho) y Leiva (Juanjo Artero)


El problema que tiene para mi la película, es que después de un comienzo tan bueno, va bajando en intensidad y en algún momento donde Santos da bandazos en su autoinvestigación, y el film pide a gritos un cambio de ritmo, pero ese cambio sólo está reservado para la escena final. Por medio hay planificación de un atentado terrorista por integristas islámicos, tráfico de drogas, caída a los infiernos del protagonista, descoordinación entre departamentos de policía, etc., pero el film en esa parte central pierde fuerza con demasiados interrogatorios. El guión es abierto y amplio de miras, pero deja al protagonista que solucione la situación a su manera.





Lo que queda claro es que Coronado ha pasado de galán de teleserie a un cincuentón muy atractivo que además está en un momento excelso a la hora de interpretar, un Juanjo Artero que ha pasado de Verano Azul a ser el policía perfecto y la sobriedad de Helena Miquel, que a pesar de hacer su trabajo con mucho rigor también tiene un lado humano. Y Rodolfo Sancho, que está cada vez cogiendo más galones dentro del cine.
Una película que para mi no acaba de cuajar, aunque tiene escenas y detalles que se quedarán siempre en mi cabeza.
Para la memoria, inolvidable escena la última, con un Santos sentado en la silla al lado de la piscina, con la pistola colgada del dedo y el amanecer iluminando su cara mustia.
 
Os dejo con el tráiler.
 
 

jueves, 25 de septiembre de 2014

Jersey Boys (2014)

Cartel del film

 
Ayer hablaba de una de las últimas cintas de Clint Eastwood, que iba sobre la muerte y como hablar con los seres queridos a través de personas con esa habilidad, pero la nueva película del genio americano vuelve a cambiar el registro y en esta ocasión demuestra otra vez su versatilidad, lo mutante que es, y como sus films siempre dan en el clavo.
Aquí, esta película, está basada en el musical homónimo ganador de un premio Tony, Jersey Boys, cuenta la historia de los Four Seasons, un grupo musical de los años 50. La película es un viaje a través de su carrera profesional y su vida personal, los duros momentos que atravesaron, sus enfrentamientos y el triunfo de un grupo de amigos cuya música llegó a marcar el símbolo de toda una generación.


  85 palos y está hecho un chaval


Lejos de ser un simple concierto tributo, el film se centra en la relación entre los miembros del grupo y especialmente en Frankie Valli (John Lloyd Young, que borda el falsete del cantante original), el menor de ellos, cuya inclusión en el grupo por el malote del mismo Tommy DeVito (Vincent Piazza) como mentor al principio, se le volverá en contra con el tiempo, ya que será quien mande en la banda. El grupo, era una banda de armonías vocales propia de su época, los años 50.
Pero, cómo trata Clint los duros comienzos (inclusiones en la trena incluídas), el ascenso, la fama, el disfrute de ella y la posterior decadencia es digno de elogio, y todo ello con gran ritmo y enorme sapiencia.


The Four Seasons

 
Clint Eastwood es un amante de la música, no en vano es compositor de varios temas de sus películas destacando la fabulosa banda sonora de la obra maestra Sin Perdón (1992). Además, tiene en su haber un fantástico y oscuro biopic de una de las figuras más emblemáticas del jazz, Charlie Parker, plasmado en Bird (1988), y pos si fuera poco cantaba el tema final de Gran Torino (2008). Por tanto, no es de extrañar su interés por esta historia, que venía respaldado por su tremendo éxito en Broadway.
Especial mención he de dedicar a un ya veterano, pero enorme actor como Christopher Walken, que interpreta al mafioso Gyp DeCarlo, y que simplemente está soberbio, en un papel clave en el desarrollo del grupo, sobre todo cuando tienen serios problemas de liquidez.




La fase final con el trágico suceso de la muerte de Francine, hija de Frankie, por sobredosis de pastillas, y la interpretación espectacular del mismo Frankie, con banda de vientos, de Can't take my eyes off you, pierde algo de la fuerza inicial, para ser algo más convencional, pero está claro que este biopic, sin ser una de las mejores películas de Eastwood aporta cosas muy buenas, y está muy bien hecha.
No olvido el tremendo detalle de Clint, de sacarse a él mismo super jóven en un film del oeste en la televisión, en una escena dentro de un hotel.

Os dejo con el tráiler del film.
 
 

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Hereafter (2010)

Cartel del film


 
Clint Eastwood como director demuestra a pasos agigantados que es un maestro, pero además consigue tener ya tantos registros, que de verdad a veces es irreconocible. Si con los Puentes de Madison o Million Dóllar Baby nos estremeció, en la primera con una película tan particular, tierna y su tremenda historia, mientras en la segunda la desgarradora vivencia de la boxeadora no dejaba indiferente a nadie. Pero por si fuera poco, en 2010, se saca de la manga Más allá de la vida, con guión de Peter Morgan y Matt Damon como actor principal de la cinta, actor con el que ya trabajó en Invictus anteriormente. Una película acerca de su visión de lo que hay cuando nos morimos, y el contacto que algunas personas dicen tener sobre esos seres queridos que ya no están, los parapsicólogos.





Ya retirado practicamente de la interpretación, Clint Eastwood, en su momento más prolífico como realizador, suena hasta natural que a un hombre que lo ha logrado todo en el cine, le apetezca plasmar su visión de un tema tan trascendente como el más allá. A través de 3 historias ambientadas en medio mundo, el mito se acerca a las diferentes concepciones existentes sobre lo que nos espera cuando morimos. Una periodista al borde de la muerte (Cécile de France), un niño inglés (Geroge McClaren) con una pérdida reciente de su hermano gemelo y un médium (Matt Damon) que no comprende sus habilidades naturales, e intenta huir de esa virtud que le condiciona su vida, son los tres ejes en torno a los que se estructura un estudio en toda regla de uno de los mayores misterios de la humanidad.





En cuanto al desarrollo de la película, técnicamente es otro prodigio de Eastwood, cosa a la que nos tiene ya muy bien acostumbrados, además de sus contínuos cambios de registro. El entrelazado de las tres vivencias, que en buena parte del film no entiendes su conexión, aunque la intuyes, y el posterior cruce de todas mantiene el interés, aunque de las 3 historias me cojea un poco la de la francesa Marie y su obvio cambio de perspectiva profesional debido a su experiencia después de sobrevivir al Tsunami de Indonesia, quizás la más plomiza, a pesar de ese comienzo espectacular del film.




 
Las otras dos historias paralelas tienen mayor encanto, por un lado el interés que provoca el sobrenatural don de George (un Matt Damon que me parece que está tremendo en ese papel) que él niega que sea un don, y por otro la emotiva historia de los gemelos ingleses, la más efectiva de las tres y la que se introduce mejor en nuestras mentes. El argumento integra las vivencias con ritmo, con la experiencia con la muerte como el eje central de todas ellas, lo que provoca también preguntas para las que no hay respuesta, además de mostrar sensaciones de tristeza, amor, confusión, y porqué no decirlo, cierta incredulidad.
La cinta arroja argumentos científicos, filosóficos y curiosamente, intenta huir de la perspectiva religiosa, pero en ningún momento deja de decantarse por la concepción más clásica del más allá. Y eso si, deja muy claro, lo indefensas que están muchas personas cuando pierden a sus seres queridos, y como muchas personas dicen tener "el don de hablar con los muertos" y realmente son estafadores (cosa que se ve muy bien en la búsqueda del niño pequeño).



 
Sin ser el mejor trabajo de Eastwood, le achaco que quizás es demasiado larga en duración y en algún momento algo lenta, pero como siempre acertada dirección del genio en un film sencillo y bien narrado.
 
Os dejo con el tráiler.

 

martes, 23 de septiembre de 2014

Mike's new car (2002)




En el año 2002 Peter Docter y Roger Gould dirigen el corto Mike's new car (El coche nuevo de Mike) de Pixar, protagonizado por Sullivan y Mike, que a su vez lo eran de la película Monsters, Inc. El guión, curiosamente es de Billy Cristal y John Goodman.
Mike Wazoski llama a Sulley (con los ojos tapados) y cuando los abre descubre que está junto a un coche lujoso y moderno de 6 ruedas. Sulley comprende que ha vendido su antiguo coche por este que tiene tracción a las 6 ruedas, Mike todo contento y emocionado le pide que suba, lo hace, pero no cabe, y él le dice que es regulable, pero después de mover el asiento muchas veces se irrita. Cuando Mike arranca el coche, empieza a sonar una especie de pitido avisando ponerse el cinturón del conductor, él al intentar ponerse el cinturón este se atora, al menearlo Mike por accidente lo suelta y sale fuera del coche. A partir de ahí si algo puede ir mal, va a peor...
 
 



 
Os dejo con este divertidísimo corto de estos dos cachondos.

 

viernes, 19 de septiembre de 2014

Escenas míticas del cine (XXVIII)



En 1995 Martin Scorsese realiza la que para mi es la segunda parte no oficial de Uno de los nuestros, ya que tanto Robert de Niro como Joe Pesci hacen personajes muy parecidos, sin embargo se incorpora la estupenda Sharon Stone y desaparece Ray Liotta. Destaca de manera increíble James Woods como secundario.
En 1973, en Las Vegas, Sam "Ace" Rothstein (Robert de Niro), un profesional de las apuestas y judío, es el eficaz director de un importante casino que pertenece a un grupo de mafiosos. Su misión es controlar que el negocio vaya bien, y que las ingentes cantidades de dinero llegue a los grandes jefes como es habitual.
Las Vegas es lugar de millonarios, políticos, pero también de tahúres, prestamistas, pícaros, traficantes de drogas y matones. Es entonces cuando Nicky Santoro (Joe Pesci), al que sus jefes han dicho que cuide de Sam, llega a la ciudad con intención de quedarse. Pero claro, Nicky va creciendo, y aparte de tener la confianza de Sam, tiene sus trapicheos y va por libre, lo que le va creando sus enemistades, y que los grandes jefes desconfíen de él.



La escena de la que os hablo, al final de la película, es una de las más duras que he visto, sonando el The House of the rising sun de los Animals, se ve como los que eran sus compinches de curro, apalean con bates de beisbol a Nicky y su hermano y los entierran todavía vivos, ya que se habían pasado de la raya. Increíble como la voz de Joe Pesci que describía el encuentro... es sustituída por la de Robert de Niro.
Os dejo con esta mítica escena.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Ha muerto Richard Kiel.



El actor Richard Kiel falleció ayer a los 74 años de edad, en el hospital de Fresno (California) donde estaba ingresado, tras haberse roto la pierna al caerse de un caballo a principios de semana, pero se desconoce si las posibles complicaciones de este incidente están relacionadas con su fallecimiento. Un actor conocido y lanzado a la fama por su mítico papel de Tiburón en los filmes de James Bond, esa gigantesca amenaza dentada que se enfrentó a Roger Moore en La espía que me amó (1977) y Moonraker (1979).
El actor, nacido en Michigan, deja tras de sí una carrera de 50 años con apariciones testimoniales pero memorables dada su enorme estatura (2,17 metros) en películas como El Jinete Pálido, de Clint Eastwood, dónde por cierto recibe un golpe del Predicador... de lo más doloroso. Debido a su físico se vio forzado a realizar papeles prototípicos, como gánster y personajes antagonistas como en El Expreso de Chicago, donde interpretaba a un sicario de dientes metálicos (papel anterior al de Tiburón en James Bond). Eso le hizo encasillarse algo en papeles de malo, pero siempre con un fondo noble.




 
Él mismo rechazaba su papel en las películas de James Bond como el mejor, de hecho contaba esto: "Mi mejor papel fue probablemente el de Capitán Huracán Drazak en Fuerza 10 de Navarone. Muchos ni siquiera saben que soy yo, porque yo llevaba una barba y un gran traje".
 
Os dejo con la escena de Moonraker dónde luchan James Bond y Tiburón en el teleférico.
 
 

martes, 9 de septiembre de 2014

Escenas míticas del cine (XXVII)


En 1990 Martin Scorsese dirige Goodfellas, traducida aquí como "Uno de los nuestros" cuya primer frase del film es "Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster". Una de las obras cumbre del género de mafiosos, una cinta trepidante e intensa, dónde Robert de Niro, Joe Pesci y Ray Liotta llevan el peso de los papeles más importantes.
Madre mía como me recuerdan muchas fases de esta gran película, a situaciones que se viven en este país actualmente y desde hace años (Bárcenas, Gürtel, Urdangarín, etc.,) y en especial el personaje de Ray Liotta (Henry Hill) hijo de padre irlandés y madre siciliana, me parece totalmente vomitivo. La película se centra bastante en él, ya que a los trece años, Henry decide abandonar la escuela y entrar a formar parte de la organización mafiosa como chico de los recados y muy pronto se gana la confianza de sus jefes, gracias a lo cual irá subiendo de categoría.



En la escena de la que hoy hablo, Henry escucha la anécdota de Tommy de Vito (Joe Pesci) en el restaurante donde ya están de copas, la risa falsa de Ray Liotta es inolvidable y la broma que le gasta Joe Pesci también.

Disfrutad de esta mítica escena.


domingo, 7 de septiembre de 2014

Escenas míticas del cine (XXVI)


 
En el año 1973, el director George Roy Hill dirige "The Sting", El Golpe, una obra maestra atemporal del cine con dos actores en estado de gracia como Paul Newman (Henry Gondorff) y Robert Redford (Johnny Hooker) a los que daba una réplica bestial Robert Shaw en el papel del mafioso y gángster Doyle Lonegan. La unión de los timadores Gondorff y Hooker para vengar la muerte de un compañero, viejo amigo de ambos, mandado matar por Lonegan, hace de la cinta una maravilla absoluta con escenas imborrables.
Redford y Newman ya habían trabajado años atrás en Dos Hombres y un destino y aquí vuelven a destilar una química muy especial entre ambos.


Yo hoy recuerdo dos de ellas. La primera cuando timan a un correo de Lonegan, entre Luther Coleman y Johnny Hooker en un callejón de Chicago.
 




Y la segunda cuando se reúnen los timadores para elaborar su metidado y meticuloso plan para vengarse de Lonegan en su escondite de burdel circense.